La economía circular representa un cambio de paradigma en la forma de producir, consumir y gestionar los recursos, y el sector retail ocupa un rol clave en su implementación. A diferencia del modelo lineal tradicional de “tomar, usar y desechar”, la economía circular propone reducir, reutilizar, reparar y reciclar, con el fin de minimizar el impacto ambiental y maximizar el valor de los productos durante todo su ciclo de vida.
En este contexto, el retail actúa como un puente entre productores y consumidores, lo que lo convierte en un actor estratégico para impulsar prácticas sostenibles.
Las empresas del sector están incorporando criterios de circularidad en distintas etapas de su operación, como:
Asimismo, la implementación de normativas como la Ley REP en Chile ha reforzado esta tendencia, estableciendo obligaciones legales para el retail en la gestión responsable de residuos.
Esto no solo responde a exigencias normativas, sino también a un cambio en las expectativas de los consumidores, cada vez más conscientes del impacto ambiental de sus decisiones de compra.